viernes, 25 de marzo de 2011

"EDUCAR DESPACIO"



Tras haber leído este interesante artículo,  personalmente comparto las ideas que en él se exponen.

En mi opinión considero que hay que respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño, pues cada uno posee unas características individuales diferentes, además de que cada niño aprende de forma distinta, pues a todos no se les puede enseñar de la misma manera.
Ahora recuerdo, por propia experiencia cuando estábamos en el aula, el profesor terminaba de dar la explicación y nos preguntába si teníamos alguna duda, alguna vez levantábamos la mano , y ya podíamos notar el rostro furioso de maestro, éste nos lo volvía a explicar con un tono más alterado y de la misma manera, incluso nos podían llegar a decir que si no lo entendíamos era porque no habíamos atendido en ese momento, aun así seguíamos sin haberlo comprendido, por ello pienso a parte de enseñar( que puede hacerlo cualquiera) debe hacer que sus alumnos aprendan que es lo complicado, y para ello debe tener la capacidad de explicar y enseñar las cosas de distintas formas y maneras, debe ser creativo, motivador en las tareas…pues en nuestro sistema educativo actual y en los anteriores se les enseña a todos por igual, con los mismos libros… ignorando el distinto ritmo de aprendizaje de cada niño, sus características particulares las cuales deberíamos respetar y adaptarnos a ellas.
En cuanto a las familias, consciente o inconscientemente transmiten ese ritmo de vida acelerada que ellos llevan a sus hijos, pues desde muy pequeños se les planifica el tiempo con clases particulares, actividades extraescolares, deportes, actividades artísticas… Yo soy partidaria de que a los niños a parte de ir a la escuela se les debe enseñar otro tipo de cosas  pero no de forma excesiva.
Sí que es conveniente que a los niños se les deje una mayor “ libertad”, que jueguen, que descubran, que se diviertan para así desarrollar su creatividad.

En algunos casos los padres tratan de que sus hijos reciban aquella educación que ellos no tuvieron, pretendiendo que sus hijos obtengan las mejores calificaciones de la clase, que sean los mejores en deportes…y a veces eso puede llegar a generar en el niño afán y competitividad originando inadecuados e incorrectos comportamientos en los niños.

También existen esa clase de padres que sólo viven por ellos y para ellos mismo, siendo total la despreocupación por sus hijos,  ya que tratan de tenerlos fuera de cada el mayor tiempo posible, luego puede resultar extraño que los niños se comporten con rebeldía y acuden a libros, manuales incluso a programas de TV ( “Supernanny”) donde les enseñan a cuidar a sus hijos, pero ¿Quién sino ellos para hacerlo mejor si son ellos quienes mejor les conocen? Son los padres, la familia quien debería pasar más tiempo con los niños, hablar, jugar…y a la vez constituir una base educativa sólida.
Como dice el artículo debemos “respetar la infancia y no intentar que los niños se conviertan en adultos antes de tiempo”

Lo leído en este artículo lo podemos relacionar con el naturalismo pedagógico de Rousseau, el cual dice que el niño tiene una naturaleza propia y por tanto los recursos educativos deben adaptarse a las etapas del crecimiento del niño, pues el proceso educativo debe ser gradual y debe partir del entendimiento, de la naturaleza del niño, del conocimiento de sus intereses y características particulares. El niño debe descubrir y conocer el mundo a través de sus sentidos, pues es erróneo hacerlo en esta etapa mediante libros y explicaciones.

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